La insuficiencia cardíaca es un síndrome clínico caracterizado por síntomas y/o signos relacionados con anormalidades estructurales y/o funcionales en el corazón, respaldados por elevación de los péptidos natriuréticos o evidencia objetiva de congestión pulmonar o sistémica cardiogénica mediante una imagen diagnóstica [1].
En este contexto, la historia clínica y el examen físico desempeñan un papel fundamental en la evaluación de los pacientes con insuficiencia cardíaca, proporcionando información crucial sobre posibles miocardiopatías subyacentes y factores desencadenantes de descompensación, lo cual es esencial en la atención de urgencias o de consulta externa [2].
Durante la evaluación inicial, es esencial realizar una historia clínica completa, recopilando detalles sobre la enfermedad actual, así como antecedentes personales y familiares relevantes. Estos datos nos ayudan a determinar la gravedad y la causa subyacente del cuadro clínico de cada paciente [2]. Además, es de vital importancia evaluar los signos y síntomas de congestión clínica que incluyen:
La identificación de estos signos y síntomas es de suma importancia para establecer el diagnóstico potencial de insuficiencia cardíaca. Además, nos permite identificar la causa del deterioro clínico en presencia de otros posibles diagnósticos concomitantes. También nos ayuda a evaluar el uso de medicamentos perjudiciales en el contexto de esta afección o la pobre adherencia al tratamiento [3].
Sin embargo, no debemos pasar por alto los determinantes sociales de la salud durante el interrogatorio. Estos factores, como el entorno socioeconómico, el acceso a la atención médica y las condiciones de vida, pueden influir significativamente en la evolución y manejo de la insuficiencia cardíaca.
Una vez que se ha realizado una historia clínica completa, es esencial tener en cuenta ciertas pruebas iniciales para el diagnóstico en pacientes que presenten sospecha o diagnóstico de insuficiencia cardíaca. Estas evaluaciones son fundamentales para determinar la presencia de posibles causas específicas y/o comorbilidades que podrían empeorar la condición clínica del paciente [3]. Entre los cuales se encuentran:
Lea también: La Importancia de los Biomarcadores en la Estratificación de la Insuficiencia Cardíaca
La evaluación de factores pronósticos es esencial para comprender la gravedad y el curso de la insuficiencia cardíaca. A continuación, se presentan los factores que se han asociado con un aumento de la mortalidad en pacientes [2]:
A su vez, se han identificado factores predictivos de mal pronóstico en la insuficiencia cardíaca crónica, tales como [2]:
El electrocardiograma (ECG) es una herramienta fundamental en la evaluación inicial de pacientes con sospecha o diagnóstico de insuficiencia cardíaca. Se trata de un estudio ampliamente disponible y de bajo costo que desempeña un papel crucial en la detección de anomalías que pueden estar asociadas con esta condición. El ECG permite identificar una serie de hallazgos comunes en pacientes con falla cardíaca. Algunos de los más frecuentes incluyen [5,6]:
Lea también: Interpretación del Electrocardiograma en la Insuficiencia Cardíaca
Por otra parte, los biomarcadores son una herramienta confiable en la evaluación inicial de pacientes, ya que existe una sólida evidencia que respalda su uso para descartar la insuficiencia cardíaca como causa de síntomas tanto en consultas ambulatorias como en los servicios de urgencias.
La medición de los niveles de BNP o NT-proBNP en pacientes con sospecha de insuficiencia cardíaca proporciona información adicional al juicio clínico y al examen físico. Estas pruebas son útiles cuando la causa de la disnea no está clara, ayudando a confirmar o descartar la presencia de insuficiencia cardíaca y permitiendo una mejor atención de los pacientes [3,4].
El BNP o NT-proBNP se utiliza con frecuencia para determinar la presencia y gravedad de la Insuficiencia Cardíaca. Medir los niveles de BNP y NT-proBNP en pacientes con sospecha de causa cardíaca para la disnea proporciona un valor diagnóstico adicional en comparación con el juicio clínico cuando la causa no está clara y el examen físico es ambiguo [3,4]. En situaciones de emergencia, estos biomarcadores tienen mayor sensibilidad que especificidad y pueden ser más útiles para descartar que para confirmar la insuficiencia cardíaca [3,4].
(Imagen adaptada de: Heidenreich PA, Bozkurt B, Aguilar D, Allen LA, Byun JJ, Colvin MM, et al. 2022 AHA/ACC/HFSA guideline for the Management of Heart Failure: A report of the American College of Cardiology/American Heart Association joint committee on clinical practice guidelines. Circulation. 2022;145(18). Disponible en: http://dx.doi.org/10.1161/cir.0000000000001063 )
La evaluación mediante estudios imagenológicos es esencial para comprender la anatomía y la función cardíaca en pacientes con insuficiencia cardíaca. A continuación, se describen dos de los métodos más utilizados:
La radiografía de tórax es una herramienta útil en la evaluación de pacientes con sospecha de insuficiencia cardíaca. Permite evaluar el tamaño del corazón, la congestión venosa pulmonar y los signos de edema pulmonar. También puede revelar otras causas, tanto cardíacas como no cardíacas, de los síntomas del paciente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los hallazgos en las radiografías de tórax asociados con la insuficiencia cardíaca deben interpretarse en el contexto clínico adecuado. Esto significa que otros factores, como la historia clínica y los resultados de otras pruebas, deben considerarse antes de hacer un diagnóstico definitivo de insuficiencia cardíaca basado únicamente en la radiografía de tórax. Debido a su sensibilidad y especificidad limitadas, la radiografía de tórax no debe utilizarse como el único determinante para identificar la causa específica o confirmar la presencia de insuficiencia cardíaca. Es necesario complementarla con otras pruebas y considerar el contexto clínico general del paciente [3].
Es una prueba diagnóstica que brinda información detallada sobre la estructura y función del corazón. Permite identificar anomalías en el miocardio, las válvulas cardíacas y el pericardio [3].
La ecocardiografía proporciona información detallada sobre la estructura y función del corazón, lo que ayuda a predecir el riesgo futuro mediante:
(Imagen adaptada de: Heidenreich PA, Bozkurt B, Aguilar D, Allen LA, Byun JJ, Colvin MM, et al. 2022 AHA/ACC/HFSA guideline for the Management of Heart Failure: A report of the American College of Cardiology/American Heart Association joint committee on clinical practice guidelines. Circulation. 2022;145(18). Disponible en: http://dx.doi.org/10.1161/cir.0000000000001063 )
En resumen, la anamnesis, el examen físico y los paraclínicos descritos son fundamentales para el manejo adecuado de los pacientes con insuficiencia cardíaca. Estas herramientas nos permiten identificar el cuadro clínico del paciente, establecer la causa de la insuficiencia cardíaca y clasificar correctamente al paciente.
REFERENCIAS
1. Bozkurt B, Coats AJS, Tsutsui H, Abdelhamid M, Adamopoulos S, Albert N, et al. Universal definition and classification of heart failure. J Card Fail. 2021;27(4):387–413. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/j.cardfail.2021.01.022
2. Inamdar A, Inamdar A. Heart failure: Diagnosis, management and utilization. J Clin Med. 2016;5(7):62. Disponible en: http://dx.doi.org/10.3390/jcm5070062.
3. Heidenreich PA, Bozkurt B, Aguilar D, Allen LA, Byun JJ, Colvin MM, et al. 2022 AHA/ACC/HFSA guideline for the Management of Heart Failure: Executive summary: A report of the American College of Cardiology/American Heart Association joint committee on clinical practice guidelines. J Am Coll Cardiol. 2022;79(17):1757–80. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/j.jacc.2021.12.011
4. McDonagh TA, Metra M, Adamo M, Gardner RS, Baumbach A, Böhm M, et al. Guía ESC 2021 sobre el diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia cardiaca aguda y crónica. Rev Esp Cardiol. 2022;75(6):523.e1-523.e114. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1016/j.recesp.2021.11.027
5. Karaye KM, Sani MU. Electrocardiographic abnormalities in patients with heart failure. Cardiovasc J
Afr. 2008;19(1):22–5. 6. O’Neal WT, Mazur M, Bertoni AG, Bluemke DA, Al-Mallah MH, Lima JAC, et al. Electrocardiographic predictors of heart failure with reduced versus preserved ejection fraction: The Multi‐Ethnic Study of Atherosclerosis. J Am Heart Assoc. 2017;6(6). Disponible en: http://dx.doi.org/10.1161/jaha.117.006023
7. Heidenreich PA, Bozkurt B, Aguilar D, Allen LA, Byun JJ, Colvin MM, et al. 2022 AHA/ACC/HFSA guideline for the Management of Heart Failure: A report of the American College of Cardiology/American Heart Association joint committee on clinical practice guidelines. Circulation. 2022;145(18). Disponible en: http://dx.doi.org/10.1161/cir.0000000000001063
Este material no es promocional en lenguaje, apariencia o intención. Si se hace alusión a productos o indicaciones no aprobados por la autoridad regulatoria del país, será bajo el estricto propósito educativo, de genuino intercambio científico y para incluir las alternativas de tratamiento de forma balanceada, completa y vigente. Material dirigido a profesionales de la salud. Este material no pretende sustituir o reemplazar una decisión clínica ni terapéutica. Más información en el Departamento Médico de Novartis S.A Colombia: 6544444. Si desea reportar un evento adverso ingrese al siguiente link: https://www.report.novartis.com/es o a través del correo electrónico: colombia.farmacovigilancia@novartis.com. Para más información diríjase a informacion.cientifica@novartis.com. No se autoriza la grabación, toma de fotografías y distribución del material y tampoco difusión por medios no autorizados por Novartis. Novartis de Colombia S.A. Calle 93B No. 16-31. PBX 654 44 44. Bogotá, D.C. Novartis de Colombia S.A. Novartis Pharma, AG de Basilea, Suiza ® = Marca registrada. Fecha de aprobación: 17/04/2024 Fecha de Caducidad: 15/04/2026 Id del contenido: 445317